La bicicleta generadora: una experiencia que queda grabada en la memoria
No solo para niños o jóvenes.
Cualquiera que se haya sentado en la bicicleta generadora para hacer funcionar diferentes consumidores con su propia fuerza muscular recordará esta experiencia por mucho tiempo, tanto cuando vaya a comprar como cuando vaya a encender un equipo eléctrico. La mayoría de las personas realizará cambios permanentes en sus hábitos de consumo y utilizará los consumidores electrónicos de una forma mucho más consciente y sistemática.
Idea básica
La bicicleta generadora es la forma ideal para empezar, y vale tanto para escuelas de educación primaria y secundaria, como para centros de formación profesional. Con la bicicleta generadora, los estudiantes adquieren conocimientos prácticos básicos trabajando en gran medida de forma autónoma. Pueden utilizar el manual de experimentos tanto para cuantificar conceptos fundamentales relacionados con la energía, como para deducir y desarrollar conceptos sobre modos de ahorro energético.
Los experimentos sirven para que los estudiantes aprendan a partir de la experiencia práctica. De este modo, bastan unas pocas sesiones para obtener una comprensión coherente sobre las relaciones que se establecen entre la generación y el consumo de energía. En los centros escolares, la bicicleta generadora puede ser la principal atracción en los días de puertas abiertas o en las semanas de proyectos, para poner a prueba la capacidad personal y mostrar cómo se puede producir electricidad a partir de la fuerza muscular para, por ejemplo, hacer funcionar una «estación disco de accionamiento humano».